Corren tiempos difíciles para el cada vez más apagado Liverpool. Parecía que Benítez forjó un equipo con chispa que, tras la consecución de una Liga de Campeones, regresaría a la senda de los títulos en el campeonato doméstico. Sin embargo, nada consiguió el conjunto red en su intento por seguir la estela de Chelsea o Manchester United, que han monopolizado el título de la Premier League en los últimos años. Tras la marcha del madrileño, llegó Hodgson para intentar relanzar un conjunto que se hundía lentamente en su intento por alcanzar sus aspiraciones. Otro entrenador y el mismo resultado.
Muchos de los pilares del equipo se han mantenido. El eterno capitán Steven Gerrard, el contundente Jamie Carragher o el seguro Pepe Reina. Sin embargo, el guardameta no se ha mostrado tan sobrio como antaño y al central se le va notando la edad y, mientras tanto, Gerrard no puede aupar al equipo él solo. Otros han llegado como grandes refuerzos que, realmente, no han brillado con luz propia. Joe Cole sigue sin parecerse a aquel endiablado extremo del Chelsea, Poulsen y Meireles no son los, cada vez más anhelados, Mascherano y Xabi Alonso, Maxi sigue sin estar a su mejor nivel y otros como Kyrgiakos o Konchensky no parecen estar a la altura de un equipo que lucha por títulos.
Por que se echa mucho de menos a jugadores como Mascherano o Xabi Alonso, uno por ser el todoterreno incansable del centro del campo y el otro por ser uno de los mejores mediocentros organizadores del planeta. Ahora se suma la baja de Fernando Torres, jugador que tres años y medio ha anotado 81 goles para el Liverpool y ha hecho corear a The Kop su canción sábado tras sábado. "The Kid" ha hecho las maletas para Londres donde le espera un Chelsea que desea comenzar su renovación por el jugador madrileño, a quien quiere convertir en su estandarte. 58 millones de euros que llegan a las arcas de Anfield y 67,5 que se han ido para traer a Carroll y a Luis Suárez. Veremos si estos dos jugadores pueden suplir a Torres y convertirse en fichajes revelación para los reds o, por el contrario, se quedan en el tintero como muchos otros antes que ellos...
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